lunes, 6 de septiembre de 2010

preferentemente en sueños, se arma un sutil ambiente
y quizás no pueda despertar.
mañana

miércoles, 16 de junio de 2010

Que pequeña es la lengua del inculto y que dicotomía marca el ritmo de la television. Él como ya es común intenta de escurrir la esencia de la soledad y vive una vida más tranquila que lo cotidiano. Tira la cadena, prende el televisor, y ahora busca, busca aquella esencia que evaporaba en su camino, como cualquier estupidez que se le cruzara. la vida esta llena de estupideces, por eso le hacen llamar vida.
Él como no lo esperaba (...)

Como duerme

Se duerme, como lo es normalmente en casa, baja el fatigoso sonido de la mañana el cual seda mis ojos, mis dedos, mis manos mis uñas y se duerme. Creo haberme despertado, creo haber soñado como se nutre el silencio en los rincones de mi cama, porque al momento de salir nuestra propia ropa de sus pretextos mis ojos se vuelven a dormir, mis ojos.

jueves, 3 de junio de 2010

Mesa

I
Se hacen ya tal vez un cuarto para las siete, Nos reunimos en la mesa como lo es aveces normalmente... se ven cinco sillas ocupadas y una sin presencia, las mandibulas se mueven de una manera oscilante para mis ojos, y en nuestra secta familiar ya nos hemos cansamos de karmizar nuestros profundos e inmemorables sueños. Un sonido algo utópico son los tenedores recogiendo los granos de arroz que entre sus dientes se resbalan como alguna paráfrasis en momentos inadecuados. se prende un fosforo y rompe el silencio inexistente, y sus ojos se demoran bastante mas, que la polvora en endencerse.

II
La comida se ve cansada y nadie sabe como reaccionar, aunque todos saben sus deberes atrasados. De una manera inconsiente el joven se levanta sin alargar su salida y se dirige hacia el pulcro baño, en el no duda en bajar su buzo y se sienta a botar sus mayores temores, se demora un poco mas de cinco minutos, luego se levanta y se va sin titubiar la ponzoña o infeccion de su sentido.

III
Son once cansadores escalones, en el que cada uno libera un hambre de conocimiento, y él que ya ve el porvenir de sus imagenes, baja y como ya han de saber aún no logra reconocer el ambiente, llega a piso firme mira a sus alrededores, lavan la loza, ven television, juegan computador. Yo, él se dirige a la mesa de comida, se sienta y comienza a comer entre sus lapices.

¿Aún tienes hambre?
- No, solo me despido.